Por: Marco Velázquez Cristo.
Recientemente Aurelio Alonso dio como posible que nuestro artículo, “El debate, el Arca de Noé y los reclamos al Granma” fuera la respuesta de ese prestigioso medio de prensa a un escrito que él envió al mismo, nosotros aclaramos que el contenido de dicho post es de nuestra entera responsabilidad y no guarda ninguna relación con el Granma.
Se queja de que fuimos irrespetuosos con él, no es así, afirmamos y sostenemos, que pretender vincular al llamado “quinquenio gris con este debate es una manipulación, es intentar sectorizar un foro que rebasa cualquier sector de la sociedad, él sabe que en el contexto actual de la sociedad cubana es imposible la repetición de tal situación, superadas sus condicionantes hace mucho tiempo, sin embargo le censuró a Elier Ramírez el no haber profundizado en dicha etapa histórica y lo acontecido en ella, lo que fue respondido por ese compañero que argumentó lo innecesario y descontextualizado que resultaría volver a analizar lo ocurrido, él no habló de manipulación, nosotros sí, porque es inexplicable que un intelectual como Aurelio Alonso cometa semejante error de interpretación y pretenda trazar un paralelismo o semejanza entre dos eventos que nada tienen que ver.
De sus artículos hemos dicho, que son arrevesados, de largas hipérbolas, eso es verdad, no sabemos si es su estilo, su ego, o los vastos conocimientos teóricos que tiene sobre estos temas, léase en Segunda Cita, su ultimo escrito o el que se quiera de su autoría, para ver si es irrespeto o verdad lo que decimos.
Este compañero lleva su disquisición filosófica hasta los tiempos de las monarquías, Cuba no necesita de tanta erudición, necesita de gente honesta que analice con objetividad su realidad y busque soluciones a sus problemas, dentro del rumbo que se traza en los Lineamientos, por eso en el post, “Cuba: La coalición del oprobio y la verdad de los leales” preguntábamos, si en los debates populares sobre los Lineamientos, los de la coalición habían dado sus criterios, allí nadie les iba a coartar su libertad de expresión, y hubiesen sido recogidos como propuestas de modificaciones para posteriormente ser analizadas.
La confrontación de ideas que hoy se está desarrollando a nuestro modo de entender, no es para hacer nuevos postulados teóricos sobre el centrismo y otras tendencias políticas, algo mucho más serio se está debatiendo y es la visión de camino y futuro de Cuba que cada bando tiene.
En este escenario es necesario que estén definidas las posiciones políticas, los que defendemos la línea de acción trazada por la dirección del país en consulta con el pueblo, tenemos claro el camino de un socialismo perfectible, hasta alcanzar el próspero y sostenible que es nuestro mayor anhelo, para la coalición, el camino es un Frankenstein que parafraseando al Che, pretendiendo construir el socialismo con las armas melladas que nos legara el capitalismo podemos llegar a un callejón sin salida, entonces el futuro de Cuba sería incierto si se dejara en sus manos.
El artículo a que hace alusión el compañero es de los editores de Postcuba, pues todos colegiamos y discrepamos de un texto antes de publicarlo, de ahí que el estilo no difiera de uno a otro de forma marcada.
Cuando se discute no existe superior, ni inferior, ni títulos, ni edad, ni nombre: sólo cuenta la verdad; delante de ella todo el mundo es igual.
Romain Rolland