Por: Marco Velázquez Cristo.
Lo que dicen los norteamericanos que sufrieron sus diplomáticos en La Habana que califican de “ataques”, ya no hay quien se atreva a ponerle el apellido, pues son prácticamente imposibles de enumerar los agentes causales que le han inventado al invento.
No voy a repetir los argumentos presentados por científicos cubanos y de otros países incluyendo estadunidenses, que desmontan cada una de las seudohipotesis que han elaborado los que diseñaron esta operación; dirigida a: Hacer retroceder las relaciones entre ambas naciones fomentando un clima confrontacional, crear condiciones para la desestabilización del país obstaculizando la emigración legal, las visitas familiares e incrementando las carencias a partir de la reducción de los ingresos en divisas a través del turismo uno de las principales sustentos de la economía nacional, que según sus planes se vería afectado por la imagen de inseguridad que trasmitiría la ocurrencia de los supuestos eventos; me centraré en una tendencia aun no declarada y que encierra una trampa.
Los expertos que ha utilizado el gobierno norteamericano para sustentar esta falacia han descartado la posible influencia de factores psicológicos en las “afectaciones” que han referido las supuestas “victimas”; eso es una provocación cuyo objetivo es llevar a la parte cubana a contradecir esta conclusión; lo que llegado el caso les posibilitaría aceptar como válida esta posibilidad y utilizarla para cerrar la trama con el aval de nuestros científicos. El tener que desdecirse no sería un problema, acostumbran a ello.
Los del norte no son tontos, pero si pérfidos, se han percatado que cada vez les resulta más difícil sostener el montaje que concibieron para hacernos daño, han advertido que la situación de inestabilidad que planificaron crear no se va a producir, y que la imagen de país inseguro que quisieron construirle a Cuba, no ha podido ser posicionada; muchas voces autorizadas ponderan la seguridad de nuestra sociedad, por eso necesitan encontrar una salida al atolladero en que se han metido.
La frustración y agresividad de las declaraciones de personajes como Marco Rubio son síntomas de la desesperación ante el fracaso que ven se les viene encima, saben que es injustificable continuar negándole información a los científicos cubanos sobre el resultado de los “estudios” que dicen le han realizado a los “afectados” y crece el rechazo de la comunidad científica internacional a las descabelladas teorías con las que pretenden sustentar el embuste que han elaborado. Entonces hay que estar preparados para una propuesta como en el ajedrez de posibles tablas, yo no mentí, tu no me atacaste.
Tablas ¡NO!, sería autentificar una mentira, porque la realidad es que, han agredido a Cuba injustificablemente faltando a la verdad y a toda ética, pagando favores y apoyo a la mafia anexionista de Miami y respondiendo al odio visceral hacia la Revolución cubana de los sectores más conservadores del gobierno norteamericano. Y esa verdad es la que debe prevalecer, el mundo conocer y ellos reconocer. Jaque Mate.
