Por: Marco Velázquez Cristo.
El éxodo de los “líderes” de la contrarrevolución es algo que ha ocurrido a lo largo del proceso revolucionario, porque no son opositores políticos como los quieren presentar quienes les pagan, sino elementos inescrupulosos y faltos de principios que han hecho de las actividades contra su patria un medio de vida dentro y fuera de ella.
En esa pasarela de la infamia hemos visto desfilar a todo tipo de personajes, “inválidos” que no lo han sido, “agonizantes” de huelgas de hambre que jamás ayunaron, “luchadores” por los derechos humanos que apoyan el bloqueo, “periodistas” que no pisaron una universidad, “perseguidos” que paseaban por las calles, “torturados” sin un rasguño que exhibir, “patriotas” aliados de terroristas y hasta autoproclamados “revolucionarios” que nunca lo fueron, en fin la crema y nata de la inmoralidad humana.
Traigo este tema a colación porque los últimos casos de este tipo de emigrantes se están intentando justificar, construyendo la matriz de opinión de que, los mismos obedecen a un incremento de una represión, que saben no existe, culpando mendazmente al gobierno cubano de presionar a los implicados para que abandonen el territorio nacional. A ninguno se le ha montado a la fuerza en un avión u obligado a emigrar. Lo cierto es que, cuando ven la más mínima posibilidad de partir se muestran felices, los videos de sus estancias en los aeropuertos antes de su salida en los que no aparecen bajo custodia de las autoridades así lo demuestran, incluso uno de ellos se quejó de la ausencia de estas, sus caras han sido un poema y no de angustia, sino de alegría.
En el contexto actual, la campaña de difamación enemiga se ve favorecida por las posibilidades de divulgación y visibilización de estos hechos y sus participantes que brinda la internet, no existente o con menos posibilidades de acceso en otras épocas, lo que les permite presentar como un comportamiento inusual de estos apátridas el emigrar, cuando es algo habitual en ellos hacerlo.
Es bien conocido que, dada su carencia de principios éticos y de valores patrios su principal motivación para vincularse a las actividades contrarrevolucionarias es tener una vía de ingresos que les permita vivir sin trabajar, así como para hacer “méritos” ante quienes los financian para llegado el momento los ayuden a salir del país, y una vez en el exterior, les sigan como se dice en buen cubano, tirando el cabo.
Un factor que también está influyendo en la salida de estos “lideres opositores” en la actualidad es el impacto del fracaso de la marcha que proyectaron amo y vasallos realizar el 15N para según pensaron darle el jaque mate a la Revolución, pero ella sigue en pie, más fortalecida, no hubo marcha, su principal promotor interno los dejó colgados de la brocha, el pueblo se mantuvo firme al lado de su gobierno, y el escenario va cambiando para bien de la nación, una derrota total que los hunde en el descredito y los deja anonadados, llenos de frustración y desaliento, en fin que es algo más que los compulsa a emigrar. Saben que el fiasco del 15N pone en peligro la paga y su monto.
El caso del “patriótico” dramaturgo que puso pies en polvorosa dejando choqueados a sus seguidores es ilustrativo de esa tendencia a la emigración y a seguir viviendo del negocio de la contrarrevolución en el exterior de personajes como él. Al llegar a predios españoles después de la acostumbrada historieta de que se vio obligado a emigrar por la persecución de que era objeto, bla, bla, bla, dijo que, también lo hizo por la necesidad de que alguien contara lo que estaba ocurriendo en la isla, y batallara por derrocar la “dictadura” que, según él “oprime” al pueblo cubano, lo que provocó la reacción histérica de un estridente gusanejo de la Florida que le recordó que, él y otros muchos llevan años haciendo eso. Vaya que no tratara de ganarse las cámaras y el salario de protagonista, que había muchas caras que enfocar y escalafón por antigüedad que respetar porque influye en el dinero a cobrar.
Pero si alguien pudiera dudar que es una costumbre arraigada entre los “opositores” del patio emigrar aprovechando cualquier oportunidad, les recuerdo que, en abril de 2011, a partir de una petición del gobierno español fueron puestos en libertad 126 de estos, de ellos 114 viajaron a ese país y solo 12 decidieron permanecer en Cuba. Si no fue un récord por lo menos fue un buen averaje para la contrarrevolución, en cuanto a número de miembros en estampida se refiere.
No pueden dejar de mencionarse dentro de esta pléyade de “patriotas” los que con un falso discurso “revolucionario” han pretendido ocultar su verdadero pensamiento político, el cual una vez asentados en el exterior han dejado ver, siendo uno de los ejemplos más elocuentes el del que partió a “estudiar” en la Universidad de Columbia con la promesa de volver a continuar su “batalla” por el “bien” de Cuba y actualmente vive en Washington. Según él se le murieron los sueños que le despertó Obama. Más claro ni el agua.
Este tipo de “revolucionario” es muy observado por los servicios especiales norteamericanos y los de sus aliados, pues saben que, sus posiciones hipercríticas, ambiguas y pretendidamente “pluralistas”, esconden un pensamiento socialdemócrata que les conviene potenciar para, utilizarlo como caballo de Troya que se introduzca y desarrolle dentro de las filas revolucionarias debilitando su unidad y fuerza hasta cambiarle su esencia socialista por la de esta corriente política. Pero esto es tema para ser tratado aparte, solo lo menciono porque son tiempos de unidad y evitar desencuentros entre personas honestas y revolucionarias provocados por este tipo de personajes es vital.
Pueden inventar o decir lo que deseen, pero saben y comprenden que, el escenario tan favorable que tuvieron, progresivamente va cambiando y no lo volverán a tener jamás.
Ni desterrados, ni obligados a emigrar, ratas en estampida es lo que son.