Por: Marco Velázquez Cristo.
En mayo del 2017 publicamos un artículo titulado, “Ocho cosas que tenemos y que son un lujo en el mundo de hoy” en el mismo su autor, José Manuel Rodríguez analizaba lo que representaban los jóvenes para la Revolución, así como las razones del interés enemigo en ellos.
Un fragmento:
¿Qué representan los jóvenes cubanos?
La continuidad de un proyecto que simboliza una forma de organización político social y económica justa y equitativa, diferente a la del capitalismo, que ha logrado sobrevivir al acoso y la hostilidad de la potencia imperialista más grande de la historia, un ejemplo que no le conviene al gran capital.
Lo anterior encierra la esencia del rol de la juventud dentro de la Revolución; lógicamente en el proceso evolutivo y de desarrollo de nuestro proyecto social será un factor determinante en los cambios que deban realizarse para perfeccionarlo e irlo ajustando para enfrentar los retos que impongan las circunstancias de cada momento concreto.
Nuestros enemigos conocen todo esto, por eso dirigen su trabajo sobre ellos para tratar de crear una fractura generacional que corte la continuidad de la Revolución. Dentro de sus direcciones de influencia está la de intentar generar dentro de ese sector social sentimientos de insatisfacción por supuesta subestimación de sus capacidades y de negación de espacios de participación en la toma de decisiones y de tareas de particular importancia.
En este contexto llama la atención un post que se ha publicado bajo el título, “El papel de los jóvenes” que, adolece de un análisis serio de este tema y su intención es tan sombría que un comentarista en Segunda Cita lo calificó de preocupante proclama, la cual no entendía bien si era un llamado o una incitación, con lo que coincido completamente.
Como es característico en este tipo de “escritores” primero traza la habitual hipérbola en busca de sustento a las ideas que después esbozará, siempre con algunas adaptaciones históricas para lograr una mayor aceptación de estas por quienes los leen.
Es así como nos dice que el “Manifiesto Comunista”, los escribieron Marx y Engels siendo jóvenes, que “La Ciencia de la Lógica” la redactó Hegel (aquí comete la primera “pifia” al afirmar que con un poco más de 30 de años, en realidad según el diccionario filosófico tenía 42 años), que Isaac Newton formuló las Leyes de la mecánica sin llegar a los 24 años (otro “desliz”, Newton publica por primera vez la formulación matemática de las mismas en 1687, a la edad de 45 años, incluso algunas autores cifran la fecha más adelante en 1690. Considerando el tiempo para concebirlas nunca sería a los 24 años y no existen referencias conclusivas de esto).
Por fin el autor llega al triunfo revolucionario y nos hace una “revelación”, Fidel tenía 33 años (no los había cumplido, pero no vamos a llegar a esa exquisitez), cuando el mismo se produce. En un nuevo en un giro inesperado nos vuelve a retrotraer en el tiempo, para “explicarnos” algo totalmente “desconocido” el bregar libertario de Martí siendo joven.
Es conocido que los jóvenes tienen potenciales creativas e interpretativas de la evolución histórica de la humanidad que han conllevado a muchos de ellos a liderar cambios y su pensamiento a llegado a revolucionar determinados ámbitos de la ciencia y la sociedad, pero si se fija el “compañero” todos los ejemplos que cita han empujado hacia delante y significado un avance en los diferentes campos en que han desempeñado su actividad.
En el caso concreto de Cuba, el pensamiento y la ética de José Martí, así como su acción revolucionaria se convirtieron en paradigmas de las posteriores generaciones que lucharon por la independencia y la dignidad de la patria. Fidel planteo que habían sido junto a las ideas de Marx y Lenin sus brújulas. Luego entonces, el pensamiento creador del líder histórico de la Revolución no desechó, ni rompió con el acervo patriótico de la nación, ni desconoció a los dos grandes pensadores que mencioné, por el contrario, los asumió, enriqueció y dentro de la época y las circunstancias en que le toco vivir los llevó a la práctica.
¿Como concibe el papel de los jóvenes el literato que nos ocupa?
Algunas de las ideas que traslada:
“…cuando se entiende que debe haber cambios, se lucha por su implementación, sin compromiso ciego y abstracto con lo anterior, sin importar la opinión de quien impone su mando en la sociedad”.
El entiende que debe haber cambios, que deben ejecutarse sin compromiso alguno con lo que hasta ahora se ha hecho, además sin respetar lo que proveniente de un gobierno del pueblo caiga en contradicción con los cambios que desea, al que deslegitima al decir que impone su mando a la sociedad. Evidentemente no desea perfeccionar o desarrollar el actual sistema político económico social, sino incita a destruirlo.
Fuera de contexto estrepitosamente exclama, “Basta ya de paternalismos, de decir “es joven todavía “, que lejos de ser una limitación, es nuestra mejor arma”.
Esa es una expresión que realidades presentes desde los mismos inicios de la historia de la Revolución desmienten totalmente. En etapa tan temprana como el 4 de abril de 1962 en su discurso de clausura del congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, Fidel expresaría:
“Creer en los jóvenes no es ver en los jóvenes a la parte del pueblo simplemente entusiasta, (…) pero irreflexiva, llena de energía, pero incapaz, sin experiencia. Creer en los jóvenes no es ver a los jóvenes simplemente con ese desdén con que muchas veces las personas adultas miran a la juventud. Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas!
Coherente como siempre fue en todas las facetas de su vida, en su pensamiento y acción revolucionaria ya desde antes de expresar esas ideas les había asignado a los jóvenes el papel protagónico en tareas de particular importancia como la Campaña de Alfabetización.
Otros ejemplos pudieran citarse en los cuales los jóvenes han estado en la primera fila como: En las Milicias Nacionales Revolucionarias, en la batalla de Playa Girón, en el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, en las misiones internacionalistas y médicas, los trabajadores sociales que tan importantes tareas han cumplido y cumplen dentro de la sociedad, en la diplomacia, en las FAR y el MININT, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, en fin en cada tarea importante están los jóvenes. Entonces:
¿De dónde saca el redactante como si fuera una política de Estado esa frase de, “es joven todavía” y que el ser joven es visto como una limitante?
No tiene asidero alguno, por lo que su texto no puede ser entendido de otra manera que no sea una manipulación de la realidad con fines de incitación.
saludos mi hermano. te leo a menudo y casi siempre comparto este sitio en mi facebook y en twitter. estoy suscrito a él, por lo que siempre me llegan las notificaciones al correo. y te aseguro, que siempre me pones a dudar. he creído que mi capacidad de apreciación es normal, pero un tanto superior a la media por lo que me dedico a hacer críticas de arte y esas cosas. pero cada vez que leo un texto en SegundaCita, y estoy en algún porciento de acuerdo y en otro no, y lo coemnto, tú escribes algo sobre ese texto y entonces ya la duda me vuelve de palo y no sé qué hacer. No es que no coincida contigo ni considere que tus reflexiones sean erradas. es solo que supongo que a veces me da la impresión de que pueden habaer otros temas que debatir y no tanto encasilarse en lo que Silvio republica en su blog que, en fin de cuentas, es su blog y solo él saber por qué lo republica. en fin, te leo siempre y casi siempre la duda me llega. pero es bueno leer lo que escribes y, por supuesto, sacar mis propias conclusiones, como esta que ahora te escribí.
Saludos mi hermano. siempre te leo. estoy suscrito a este blog y las notificaciones siempre me llueven. coincido contigo en la gran mayoría de tus escritos y muchas veces los he empleado como argumentos contra los enemigos de nuestra revolución. pero siempre que te leo comentar criticamente sobre algunos textos republicados en Segunda Cita me entra la total duda. duda incluso sobre mis propias cualidades. porque me creía con alguna capacidad apreciativa que me llevaron al camino tortuoso pero bello de la crítica de arte. y cuando llego a comentar esos textos republicados en Segunda cita, con los que coincido muy poco, pero algo, y tu publicas tu opinión, entonces ya la duda me hace de barro mojado. no sé entonces si fuiste extremista, o fui yo el ingenuo. lo cierto es que pudieran existir muchos otros temas o publicaciones, verdaderamente contra revolucionarios y que mucho daño nos hacen, en los que pudieras emplearte a fondo, que este blog personal de Silvio que, a fin de cuentas, no sabemos con clara seguridad, por qué republica estas cosas. Un saludo reiterado. Y siempre te leo. Incluso te comparto por las distintas redes sociales.