Por: Marco Velázquez Cristo.
La traición (…) es cosa de cobardes, de vendepatrias y de oportunistas.
Fidel.
La plataforma que se presenta cínicamente como “defensora” de los intereses y derechos del pueblo cubano, mientras hace todo lo contrario, es en realidad un apéndice de los centros donde se elaboran las principales direcciones de la subversión político ideológica contra Cuba.
El logo con el cual se identifican cualquiera sea la interpretación que se le dé, nada tiene que ver con lo que hacen, piensan y aspiran. Ni están próximos a Cuba, ni a la que aspiran está próxima a surgir, mucho menos en sus pensamientos está luchar por los beneficios del pueblo cubano.
Todo en ellos es falso, desde su discurso cargado de un “patriotismo” que no sienten, el abrazo con el que pretenden significar su “promulgación” de la necesaria “unidad” y “confraternidad” entre cubanos, hasta su autoproclamación como un “Centro de estudios de un Estado de Derecho”.
Si a alguien abrazan y están próximos es al imperio, sus artículos, trayectorias de sus integrantes y asesores, así como el origen de los fondos con los cuales son financiados, lo demuestran.
Suele hablarse del beso de la traición de Judas Iscariote a Jesucristo, pero a juzgar por lo que muestran los iconos medievales o el célebre cuadro de Giotto di Bondone aquello fue más bien un abrazo, y ese tipo de muestra “afectiva” traicionera el pueblo cubano sabe identificarla y rechazarla. Por eso pueden dejar de intentar camuflarse detrás de falsos símbolos o imágenes porque jamás podrán confundirlo.
Si fueran honestos asumirían el nombre que mejor les queda: “Al Imperio Próxima” y se representarían abrazándolo.
