Por: Marco Velázquez Cristo.
La guerrita del pan duro que se ha desatado entre La Joven Cuba y CubaPosible, la cual tiene como principales protagonistas a Harold Cardenas y Lennier López, rompe extrañamente el pacto de no agresión que existe entre las diferentes plataformas de la blogósfera cubana que practican la acrobacia política, aunque en honor a la verdad ya CubaPosible se cayó del trapecio hace rato.
No le encuentro lógica a los cuestionamientos de López a uno que él sabe que piensa como él, lo único que no lo asume públicamente, o ya olvidaron ambos, las copas y comidas compartidas que gentilmente les brindó el atento anfitrión del norte, su común patrocinador, ante el cual por lo cálido del ambiente se quitaron los disfraces que este les había diseñado y hablaron con total “transparencia”.
En aras de la síntesis si alguien duda de que Harold piensa igual que su contrincante puede leer artículos del primero como “Los periodistas imprescindibles” o el que publicamos de Ileana González que lo retrata y desnuda, ¿De derecha o de izquierda? pero si aún el lector estuviera insatisfecho en La Pupila Insomne, puede encontrar el artículo de Javier Gómez Sánchez, “La cosecha del coqueteo” en este queda claro quien de verdad es Harold Cárdenas Lema, un maestro del disfraz y la hipocresía política.
Dice Javier en su artículo, “Desde finales del 2016 ante el trabajo evidentemente contrarrevolucionario que venía haciendo Cuba Posible– un proyecto armado con financiamiento norteamericano- señalé a los demás integrantes que La Joven Cuba tenía el deber de combatir a la neo contrarrevolución. Las discusiones internas para que LJC asumiera su función revolucionara en la batalla de ideas que se comenzaba a dar en Internet fueron intensas, pues esto chocaba con la posición de su editor principal [Harold], aun cuando por mayoría estábamos de acuerdo en que se debía combatir”.
Y continúa: “Para ese entonces, aunque yo lo desconocía -y considero que los demás integrantes también-, el proyecto había sido puesto al servicio de la estrategia del gobierno de Barack Obama de crear un circuito de medios de comunicación digitales que respondiera a las intenciones de ¨obtención de resultados por otros métodos¨ respecto a la Revolución Cubana. Durante la participación de su editor principal en varios eventos organizados para esto en Estados Unidos y Europa se articularon los vínculos con otros medios digitales, también reclutados por ser ya existentes como LJC o creados especialmente como Cuba Posible”.
Después de lo anterior no hace falta aclarar más, son dos patas de la misma mesa, pero por eso es que me resulta paradójica esta estridente discrepancia, es como si fuera una puesta en escena donde Lennier le hace la pala a Harold para que este despliegue todas sus cualidades histriónicas en la interpretación de un personaje “revolucionario”. Desde mi punto de vista es el montaje de un acto de pretendida autentificación revolucionaria.
Es conocido el alto ego y la apetencia de poder de Cárdenas Lema, el mismo manifestó en una ocasión que aspiraba a ser presidente de Cuba, algo que fue ampliamente comentado en las redes y ahora “coincidentemente” en los comentarios que ha originado en LJC el artículo de respuesta al de CubaPosible uno de los foristas lo declara apto para ese cargo, que debo aclarar en nuestro país no existe. Evidentemente Harold sueña con otro gobierno.
No sería nada sorprendente que los directores de la obra fuesen quienes los apadrinan.
De todas formas, dándole el beneficio de la duda a ambos, vamos a suponer que Lennier celoso y molesto porque a Harold le pagan más que a él decidió atacarlo y Harold hábil oportunista montó el show.
En cualquiera de las dos variantes el debatico no es auténtico y algo extemporáneo, pues la coreografía empezó hace tres semanas en el perfil de Facebook de Harold, luego CubaPosible hace cuatro días publicó el famoso Dossier que dio pie a Lema para su perreta.
Puede ser que a fuerza de ser hipócritas políticos hayan terminado siendo hipócritas entre ellos mismos.
Pero para hacer más contradictoria toda esta situación, Osmany Sánchez dice en un post en defensa de Harold, «que es militante del PCC desde hace muchos años y no he tenido el menor problema por escribir y administrar LJC”, según Sánchez el PCC avala su participación en dicha plataforma, lo que de hecho significa que esta organización política reconoce como revolucionario a un sitio donde entre otras cosas se ha publicado un artículo del terrorista Antonio Tang Baez titulado Fidel donde su autor ataca al líder de la Revolución cubana y al propio PCC al cual despoja de toda autoridad calificándolo de algo simbólico. Esto es por solo mencionar un ejemplo, se pueden citar muchos más.
Por otra parte, Osmani dice coincidir con la manera de pensar de Harold, es decir estuvo de acuerdo con no fijar la posición revolucionaria de LJC, mediante una declaración. Además, dice comulgar con alguien que por sus propias acciones, expresiones y relaciones se sabe que no es revolucionario. Se le olvido a Osmani que su “amigo” cobraba por su participación en el Toque unos 600 CUC mensuales, se le olvidaron los principios subversivos públicos de esa plataforma holandesa perteneciente en esos momentos a “Radio Nederland Wereldomroep”, cuyo objetivo, según explicitaba en su página web eran los “países donde la libertad de expresión estaba limitada debido a legislaciones y tabúes” (según los conceptos occidentales).
Pero más desatinado aún resulta que compare el saludo de Raúl a Obama, meramente protocolar, que no responde a ningún vínculo entre ellos, mucho menos a una relación de subordinación o basada en la coincidencia de pensamiento, con los vínculos carnales de Harold con las instituciones de la derecha internacional que actúan contra Cuba que sí tienen esas características, las que le han pagado viajes, cursos y ahora una beca. En el post que mencioné ¿De derecha o de izquierda?, están las pruebas de esas relaciones.
Sería interesante conocer la opinión del secretario del núcleo del PCC donde milita Osmany sobre todo esto que hemos señalado.