Por Ileana González
Las pruebas pesan más en la balanza de la justicia que los más elocuentes discursos. (Ben Jonson)
En los debates sobre este caso, algunos parecen taparse los ojos para no leer lo que contradice sus opiniones. Repiten argumentos en defensa de la joven, que están sólidamente rebatidos públicamente.
Se insiste en que Karla fue expulsada de la Universidad por sus ideas políticas. Obvian algo conocido: el hijo de la connotada contrarrevolucionaria Yoani Sánchez estudia en la Universidad de La Habana desde el año 2014 (carrera y nombre me reservo, para evitar involucrarlo en este caso). Su madre sabe que nadie lo ha molestado. ¿Para que persisten en afirmar algo que un hecho tan evidente desmiente? ¿Por qué lo ignoran deliberadamente?
El artículo, “Lo que no se ha dicho” , sobre la responsabilidad de la madre y de Eliecer Ávila en la situación que atraviesa Karla, es ignorado. Quizás la falta de argumentos para rebatir lo que afirma o una percepción prejuiciosa del evento, les impida ser objetivos. Uno de estos “ciberjusticieros” llegó a decir “aunque me digan que la CIA está metida en esto, yo voy a seguir opinando igual”. Sin comentarios.
Lizet González, madre de Karla, es una mujer en cuya conducta actual influyen resentimientos que no debería albergar. Su discrepancia con la Revolución no es política, es personal. Lo triste es que ese odio injustificado se lo ha inculcado a su hija y se lo está inoculando a su otra niña. Aún más censurable es la forma en que ha utilizado a Karla para obtener beneficios materiales, y manejado como herramienta en contra de un proyecto social, que ningún daño le ha hecho. Propició una relación de su hija con Eliecer Ávila que la está destruyendo psicológica y socialmente.
“Se está haciendo una autopsia”, un opinante expresó. Mi pregunta: ¿cómo hubiera actuado él para salvar a Karla? ¿Habría detenido a su madre y a Eliecer? Eso hubiese exacerbado el rechazo de la joven a la Revolución, provocando un daño mayor desde el punto de vista emocional. ¿Convencerla de estar equivocada? Quimérico, las dos personas que más admira y en quienes más confía, han sembrado ideas en su joven cerebro, que nadie extraño podrá borrar.
Eliecer Ávila Cicilia, supo aprovechar la oportunidad que le brindó Lizet González al presentarle a Karla, la sedujo y, abusando de los sentimientos de la joven, logró su dependencia emocional de él.
Ya en mi post “Lo que no se ha dicho”, me refería a las encomiendas de Eliecer a Karla y su control sobre ella. Solo agrego un elemento que hace más evidente su pretensión de manipular a los estudiantes de la Martha Abreu a través de la muchacha. Entre los regalos que le realizó a Karla María se encuentra un teléfono celular Samsung Galaxy de última generación, el cual ella mostraba a sus amigos afirmando que la organización que dirige Ávila se los daba a sus miembros.
En el contexto de la muerte del Comandante en Jefe, por indicaciones de Eliecer Ávila, la joven trató de convencer a varios estudiantes de la Universidad Central de Villa Clara para que no asistieran a las honras fúnebres y no firmaran el concepto de Revolución, algo rechazado por los estudiantes.
Si Karla hubiese tenido otra madre, hoy no estaríamos debatiendo sobre ella en las redes. Pero desde niña, quien debió cuidar de su equilibrio emocional la sometió a tensiones que le hicieron mucho daño, le fue prohibido participar en diversas actividades sobre todo las que pudieran tener algún contenido político. ¿Cómo se debe haber sentido? No lo sé, quizás nunca lo sepamos, pero fue así.
No me gusta extenderme sobre este tema, pues no quiero someter al escarnio público los sentimientos de esta joven, víctima de su madre, y de un manipulador sin escrúpulos. Si pudiera explicar todo lo ocurrido en su proceso de deterioro político ideológico, sin exponerla y dañarla más de lo que ya se encuentra, lo haría, pero es imposible y prefiero callar.
Ávila Cicilia no debe estar muy contento en estos días. El registro practicado en su casa, podría permitir a las autoridades obtener evidencias que lo comprometan. Él lo sabe. Según declaró le fueron ocupadas varias computadoras. ¿Qué habrá dentro de ellas? A lo mejor un poco más adelante nos enteramos.
Una arista bastante tratada ha sido que 6 estudiantes manifestaron su desacuerdo con la medida aplicada, fueron honestos y dijeron lo que consideraban correcto en ese momento. Tal vez hoy la mayoría de ellos ya no piensen así pues las evidencias son muchas y ellos no son los ciegos e hipócritas “ciberjusticieros”, son muchachos valientes.
perfecto este artículo. gracias por tanto en tan pocas letras.
perfecto este artículo. gracias por tanto en tan pocas letras.
«Qué brutos somos, coño, y pasan décadas y no aprendemos», escribió sobre el caso de Karla el famoso cantautor Silvio Rodríguez, en su blog oficial «Segunda Cita».El máximo exponente de la trova cubana calificó al hecho como una «injusticia» y un acto «torpe y obtuso».
Esto último no lo he escrito yo
«Qué brutos somos, coño, y pasan décadas y no aprendemos», escribió sobre el caso de Karla el famoso cantautor Silvio Rodríguez, en su blog oficial «Segunda Cita».El máximo exponente de la trova cubana calificó al hecho como una «injusticia» y un acto «torpe y obtuso».
Esto último no lo he escrito yo
Con todo respeto pero en el sitio oficial de la UCLV http://www.uclv.edu.cu/nuestras-razones/ se dice claramente que a Karla la expulsaron porque la carrera de periodismo tiene un perfil ideológico y Karla no lo cumple. Vaya q la botaron por su ideologia, a la cara, ustede puede escribir y escribir todo lo q quiera, de lo cual nunca aporta ninguna prueba, pero en el sitio oficial dicen otra cosa. Si ni Silvio con ustedes, quien con ustedes?
Con todo respeto pero en el sitio oficial de la UCLV http://www.uclv.edu.cu/nuestras-razones/ se dice claramente que a Karla la expulsaron porque la carrera de periodismo tiene un perfil ideológico y Karla no lo cumple. Vaya q la botaron por su ideologia, a la cara, ustede puede escribir y escribir todo lo q quiera, de lo cual nunca aporta ninguna prueba, pero en el sitio oficial dicen otra cosa. Si ni Silvio con ustedes, quien con ustedes?