Tomado del Facebook del intelectual Carlos Luque.
La Vieja Cuba insiste ahora en su doble triste tarea de manipulación y distorsión: una: seguir los dictados del César de turno; la otra: usar la falacia de pasar la parte por el todo para desacreditar a la Revolución.
En su más reciente artículo, la manipuladora mayor de ese equipo pretende elevar a civismo estructural en la república neocolonial, y durante su sangrienta dictadura, la actitud del teniente Sarría, aquel militar que libró a Fidel de la tortura y la muerte, después del asalto al Moncada. El gesto individual de un oficial que, mientras salvaba una vida, no podría impedir una matanza de jóvenes que se extendería por varios días. Otra falta de respeto de La Vieja Cuba a la memoria histórica. Otra abyecta manipulación. La tortura y el asesinato eran consustanciales con aquel régimen.
¿No se siente la más mínima vergüenza al pretender elevar una actitud cívica individual, – del que no faltan otros ejemplos en aquella historia, – a categoría social predominante o significativa? ¿La parte por el todo para atacar el presente? ¿Acaso aquella gaviota hacía verano?
La otra tarea es más evidente, pero no menos abyecta y peligrosa para nuestro país. No se apagan aún los ecos de las palabras de la administración Biden exigiendo respeto por la vida de Alcántara, y ya La Vieja, en sincronía, publica el libelo que compara el civismo de tres personas en aquellos momentos (un obispo, un militante comunista, y Sarría, que piden respetar la vida de los jóvenes), con la supuesta falta actual contra una persona que por su propia voluntad solicitó asistencia médica, y que pese a violar varias graves leyes del país, en vez de ser juzgado está siendo atendido en un centro hospitalario de excelencia.
Biden da la pauta, La Vieja obedece. Como ya veremos cuando aflore toda la verdad, harán una vez más el ridículo y se hundirán cada vez más al estercolero de la historia revolucionaria. Pero quizás ni eso les importa. Hacen su tarea sucia, a conciencia.