Exigimos a La Joven Cuba (LJC) que devuelva el nombre que usurpó al pueblo de Cuba


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Autor: Raúl Felipe Sosa


En el debate del sábado pasado dije que yo había sido cofundador de LJC; algunos se sorprendieron. Otros incluso me dijeron que esto no fue bien recibido por aquellos lares, donde parece que el “Omnipotente” Harold no está de acuerdo con mi versión. Bueno, realmente su opinión me importa poco: la historia él la conoce bien y a fin de cuentas LJC es una sola, la de Guiteras, la antiimperialista.


Este histórico nombre ha sido usurpado valiéndose de manipulaciones por un grupo que tiene como único objetivo entrar en la política cubana como una versión del Partido Demócrata en Cuba. O quizás como una versión cubana del mismo, allá en las entrañas del Imperio. La verdad no sé, porque esta gente dice poco de sus verdaderas intenciones. 


Les contaré mi historia: es larga pero interesante.


Eran los primeros meses del año 2010 y yo había acabado de terminar la licenciatura en Matemáticas en la Universidad de la Habana. En ese momento estaba pasando el Servicio Social en el Instituto de Cibernética Matemática y Física de la Habana, y sorpresa (para algunos), todos los investigadores teníamos acceso a Internet prácticamente ilimitado.


Cuando llegué no conocía a nadie allí y como joven al fin, me costaba trabajo relacionarme con colegas que en su mayoría eran una generación mayor que yo. Me quedaba horas en mi oficina trabajando, ni siquiera salía a almorzar. Era un joven curioso, bueno, aún soy las dos cosas, y cuando tenía tiempo libre me gustaba revisar la incipiente blogosfera cubana que conocía gracias a la fama de algunos blogueros contrarrevolucionarios como Yoanis Sanchéz que en aquellos momentos salía hasta por la tv cubana.


Por supuesto, enseguida me di cuenta de que yo también quería dar mi versión de los hechos y descubrí que era muy fácil crear un Blog, cualquiera podía hacerlo. Usé la plataforma WordPress, creo que así se escribe, y en menos de dos minutos cree un blog llamado “La Joven Cuba”. No tenía todavía el primer post, pero sí sabía sobre que quería escribir.


Quería demostrar que los jóvenes cubanos sí podíamos hablar de la corrupción, de la burocracia, de la ineficiencia y de tantas otras cosas buenas también. Pero que nuestra crítica podía ser revolucionaria y constructiva siempre con un objetivo fundamental, participar en el proceso de construcción del Socialismo cubano, martiano y fidelista.


Un día recibo un correo en nombre de un grupo de jóvenes de la Universidad de Matanzas. Ellos me explicaban que estaban creando un blog llamado “La Joven Cuba” pero que haciendo una búsqueda en la red encontraron que ya había uno con ese nombre (el que hice yo) y me pedían si yo podía borrar ese para que no hubiera repeticiones en las búsquedas por Google que se harían del blog. Me explicaron su objetivo, que eran jóvenes revolucionarios y que pretendían defender a la Revolución en la blogosfera.


Por supuesto yo acepté, solo pedí que me dejaran colaborar en su blog como uno más. También mencionaba que mis posts tenían un carácter crítico, y que pensaba que no solo había que defender a la Revolución sino también construirla con nuestras ideas. Ellos aceptaron, y el 5 de noviembre de 2010 salió mi primer post en LJC, el primero de muchos, que titulé el “Socialismo y el Hombre en Cuba…45 años han pasado”.


Me atrevería a decir que este fue uno de los primeros posts reflejando una crítica revolucionaria. Mi último post allí fue en 2014. Después vendrían una serie de desavenencias con los administradores que terminaron con Harold bloqueándome en Facebook.


Aquí les pongo el link a este primer post. Recuerdo que cada publicación era comentada por una andanada de contrarrevolucionarios, la mayoría que desde fuera del país nos decían hasta del mal que nos íbamos a morir. Fíjense que, en analogía con lo que sucede actualmente, recuerdo que crearon un blog donde lo único que se hacían era hablar mal de los que escribíamos en LJC.

Al inicio éramos cinco: Harold Cárdenas, Osmany Sánchez, Eduardo (no recuerdo su apellido) y otro muchacho de la Universidad de Matanzas economista que tampoco recuerdo ahora su nombre. En aquel momento la descripción de blog decía “Blog de jóvenes revolucionarios…”, y el objetivo, según me dijeron ellos mismos, era la defensa de la Revolución Cubana.


Recuerdo que cuando hablé con Harold a mediados del 2010, ni siquiera habló él de post críticos. Por supuesto yo sí. También recuerdo que al poco tiempo de iniciado el Blog Eduardo creó el suyo propio y nunca me pregunté por qué; sin embargo, ahora sí pudiéramos hacernos esa pregunta.


Otra parte interesante de la historia es que Gerardo Hernández Nordelo, uno de nuestros Cinco Héroes, fue el que hizo el primer logo de LJC. Si mal no recuerdo era la isla de Cuba saliendo de un cascarón de huevo. ¡¡¡Naciendo!!! Así era la esperanza que teníamos algunos en este proyecto.


Por supuesto, en su degeneración a caricatura del Partido Demócrata, ya este no es el logo de la página.


Recuerdo que tenía contacto con Gerardo través de una colaboradora del blog llamada Alina. Yo también le escribí una carta a Gerardo, y recibí su respuesta. Más abajo en este escrito se las pongo completa y prometo buscar la copia digital que tengo de la misma. Yo le hablaba de mi hija, que iba a nacer: ahora está cumpliendo 10 años. Él menciona la anécdota que le hice de como conocí a los otros co-fundadores de LJC y mostraba esperanza en el Blog. Además, mencionó el logo que nos hizo.


Podría decir muchas otras cosas, pero prefiero esperar a que otros den su versión de los hechos, sobre los otros cuatro compañeros que empezaron el proyecto.


Algunos dirán que esta es una reivindicación personal, nada más alejado de la realidad. Como dije, me importa un comino que me consideren o no cofundador de LJC. Este escrito solo tiene el objetivo de ser una historia más, de muchas que se han hecho, para demostrar la degeneración de una idea que empezó siendo revolucionaria pero que ahora representa lo más retrógrado de lo que ellos mismos llaman la diáspora cubana.


La Joven Cuba (vieja), se dice progresista y de izquierda, pero está muy a la derecha del ideario político que nos legaron nuestros principales líderes revolucionarios. La Joven Cuba debería llamarse La Vieja Cuba porque lo que proponen no representa nada nuevo, representa el retroceso a una Cuba ya trascendida, a la Cuba del clientelismo político, del cacicazgo, de las grandes y costosas campañas políticas, de las promesas incumplidas.
Entonces, este escrito se une al grito, o más bien a la exigencia: “Devuelvan al pueblo de Cuba el nombre que espuriamente han usurpado”. Desde ahora, los bautizamos los revolucionarios como “La Vieja Cuba”.


A continuación, la carta de Gerardo.


Querido hermano Raúl:


Muchas gracias por las alentadoras palabras de tu carta, y por la solidaridad con tus compatriotas presos en EEUU. Primero que todo, tal vez cuando la mediación de la amiga Alina recibas esta, ya Sofía Cuba habrá llegado a este mundo, así que te felicito – al igual que a la mamá y a toda la familia- y le deseo lo mejor a la pequeña. Me gusta mucho su nombre.
Interesante anécdota la de cómo conociste a los muchachos de La Joven Cuba.(salieron bien, pudiste haberles puesto una “demanda” por el nombre, para que por lo menos te pagaran una “dispensadas”…)


Me parece muy importante el trabajo que ustedes están haciendo. Por lo general, cuando en el exterior se habla de “la juventud cubana”, meten a todo el mundo en el mismo saco para dar la imagen que les conviene a los enemigos de la Revolución, e ignoran la existencia de jóvenes como ustedes, inteligentes, preparados para pensar con cabeza propia, conscientes de los problemas que enfrenta el país, y dispuestos a trabajar para irlos resolviendo. Quien se guíe por los grandes medios de prensa pensará que en Cuba todos los jóvenes son “disidentes”, y hasta el termino lo usan al revés, porque los verdaderos disidentes somos nosotros, los revolucionarios, la espinita en la garganta de quienes pretenden dictarles al mundo cómo hay que vivir. ¿Cómo pueden llamarse “Disidentes” quienes bailan con la rumba que les toca el imperio?. Somos nosotros los que por medio siglo nos hemos negado a sumarnos a esa comparsa – y bien caro que hemos tenido que pagar el “atrevimiento”- así que los disidentes somos nosotros, los revolucionarios que soñamos con un mundo mejor.


Por eso es tan importante que ustedes sigan “batidos” en la Internet exponiendo y defendiendo nuestras ideas, nuestros derechos a ser “diferentes”. Para nada podemos conformarnos con lo que tenemos – en eso creo que estamos de acuerdo todos los cubanos – nos queda mucho que hacer todavía, pero para perfeccionar nuestro sistema, para hacer cada vez más justa nuestra sociedad, no para entregar el país en bandeja de plata a los lobos disfrazados de caperucitas…


Salúdame a los muchachos de LJC. Le hice también un logo a Jorgito el camagüeyano. Cuando puedas entra a su blog, por si puedes estimularlo con algún comentario o sugerencia. Él está comenzado ahora, y seguramente sabrá apreciarlo.


De nuevo te doy las gracias por tu apoyo a nuestra causa, y envío el saludo de los cinco a tus familiares, a los vecinos, y a tus compañeros del Instituto de Cibernética, Matemática y Física. (Mi respeto de verdad para todos ustedes, porque antes de mis experiencias aquí en “El Hueco”, la “Tortura” más grande por la que había pasado en mi vida eran aquellos exámenes de matemáticas y cálculos en la universidad… Lo mío son las letras!

Un fuerte abrazo:
Gerardo Hernández Nordelo

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