Por: Marco Velázquez Cristo.
El panel que organizaron en el centro cultural Félix Varela, para «analizar», entiéndase despotricar del nuevo texto constitucional y crear confusión respecto a la manera en que se ha convocado el referendo para su aprobación, sólo puede ser catalogado de payasada.
Es asqueante ver a intelectuales de una buena preparación dejar a un lado su dignidad y preferir pasar por ignorantes para cobrar unos míseros billetes antes que ajustarse a la verdad. Sabemos de su divergencia ideológica con la Revolución y de los resortes que mueven a cada uno de ellos, pero eso no justifica la vileza de su conducta.
En el público había algunos personajes que pisotean lo que les queda de su prestigio con total ausencia de ética, algo que unos pocos no quieren ver, o se hacen los tontos para propiciarles que continúen esparciendo sus mensajes nocivos por las redes.
Para desmontar cada una de las tergiversaciones, mentiras e insidias del deslustrado panel se necesitaría hacer un enorme dossier en el cual se agruparan por «panelista» las necesarias aclaraciones a sus concientes disparates; por eso me limitaré a responder los que considero más aberrantes.
Julio Fernández Estrada plantea que, políticamente se debería haber intencionado el voto por el No, porque eso democráticamente crea un ambiente de credibilidad política. Entiende que se debió en la ANPP haber «teatralizado» algún NO.
Algunas interrogantes para el «erudito» intelectual, ¿Desde donde se promueve la campaña por el No?
Públicamente conocido es que, tiene su origen en EE.UU. y que es apoyada por la desprestigiada OEA, la escudería mediática de la contrarrevolución asentada en territorio estadunidense y los vasallos internos que responden a sus intereses.
Ignorando esta realidad Julio considera injustificado que se hable de soberanía, independencia, patria y Cuba para argumentar el voto por el SI y nos llama hacer campaña por el NO. Vaya patriota.
El que una potencia extranjera con el acompañamiento ya señalado pretenda influir en la decisión soberana del pueblo cubano, es un acto de injerencia que no puede ser tolerado, debe ser rechazado y contrarrestado. Por eso hay que hablar en estos momentos de esas cosas tan sagradas. De lograr el imperialismo concretar sus propósitos nuestra soberanía se vería afectada y vulnerada la independencia de la patria, de Cuba.
Evidentemente el que un día descendió por la escalinata de la Universidad de La Habana para sumergirse en el inframundo de lo nefando es una voz más en el coro que acompaña la infame acción imperial.
Lo anterior es más que suficiente para responderle a Fernández Estrada, pero como él es tan «técnico» en sus «brillantes razonamientos» hay que recordarle además que, el proyecto de Carta Magna fue propuesto, debatido y aprobado por la ANPP máximo órgano de poder del Estado, lo que hace estúpido pensar que se pudiera promover una campaña por el No en contra de dicho documento.
Los cubanos pudimos apreciar los debates en el seno de la ANPP, pero una cosa es debatir para buscar un consenso y otra es votar en contra de todo el texto por la discrepancia con alguna de sus partes.
El Estado cubano no puede actuar como desea Fernández Estrada, digamos que al estilo de los que él admira de occidente, porque estaría yendo contra la ética de la Revolución que lo engendró: «no mentir jamás ni violar principios éticos». Resulta evidente que para él es valido hacer política sucia.
Dice el «ilustre letrado» que, se ha hecho campaña electoral, estando prohibido por ley. Falso, no se trata de una campaña electoral porque no se está haciendo en favor de ningún candidato a puesto alguno, tampoco lo que se ha hecho está prohibido por ley. Invito a los lectores a revisar el Título IX de la Ley Electoral que regula todo lo relacionado con la realización de referendos, así podrán convencerse de que Fernández Estrada miente. No lo mueve su apego a la ley sino a intereses foráneos.
Según el panelista, retrocedimos en el tema del matrimonio igualitario, otra aseveración que no se ajusta a la verdad, lo remito a lo que la Dr. Mariela Castro Espín precisó: «…la nueva fórmula sostiene la esencia del artículo anteriormente propuesto (68), pues borra el binarismo de género y heteronormatividad con el que estaba definido el matrimonio en la Constitución de 1976».
Las coincidencias del «letrado» con el discurso imperial son significativas; para él se eliminó de manera absurda e ilegítima la interpretación de los derechos humanos según los instrumentos internacionales de DD.HH. Veamos lo que pensaba el prestigioso jurista ya fallecido Dr Julio Fernández Bulté acerca del tema: “yo he llegado a la conclusión de que los derechos civiles y políticos se ven en el mundo desde una perspectiva patrimonial, individualista y egoísta, nosotros plasmamos los derechos civiles y políticos desde una perspectiva de solidaridad humana, de humanismo y de fraternidad y entonces al despojarlos de esas mezquindades del individualismo algunos dicen: pero aquí no están todos los derechos…”
Tal razonamiento desacredita lo planteado por Fernández Estrada, quien debió haber estudiado y aprendido más de Fernández Bulté.
Acusa Julio al Estado de hacer trampas con el Proyecto de Constitución, cuando en realidad quien las hace es él al manipular su contenido, pretendiendo confundir aprovechando que no todos somos especialistas en el tema. Eso es más que hacer trampas es una conducta miserable.
No respondo el resto de las tonterías y disparates expresados por los demás panelistas pues son de una torpeza tal que, no merecen que se pierda el tiempo en desmontarlos.
En el publico se encontraba Carlos Alzugaray quien expresó su coincidencia con los panelistas que habían hablado, mejor ladrado; sobre todo con las ideas expresadas por Julio Fernández respecto al voto por el No, a la vez que manifestó que, «le gustaría ver neutralidad en los órganos del Estado y saber quién hace la propaganda, quién la paga, como en otros países, quién lo estaba impulsando a votar SÍ».
Innecesaria y pudiéramos decir que hasta cínica preocupación. La respuesta obvia es: Cuba es un país socialista, donde los medios de comunicación están en manos del pueblo y responden a los intereses de este.
Llama la atención que el exdiplomático quiera vender como paradigmas de transparencia la manera en que se financian y desarrollan las campañas políticas en cualquiera de sus variantes en otros países que no especifica, ignorando que en no pocos la procedencia real del dinero es ocultada mediante manipulaciones financieras que incluyen el lavado de dinero por bancos pertenecientes a las elites que las desarrollan.
En Cuba nada de eso ocurre, quizás Alzugaray este añorando que exista una situación semejante para que no salga a flote el dinero que recibe por la izquierda para decirlo a lo cubano.
Exaltado estalla el «catedrático»: «…planteamiento totalmente infeliz que el Partido estaba por encima de la constitución, (…) que me parece una barbaridad, pero que al final no queda resuelto». Nunca nadie a dicho que el partido está por encima de la Constitución, ni lo está, por lo tanto no hay nada que resolver.
Este personaje es un militante del PCC un tanto extraño, añora otro modelo político social, muestra desacuerdo con lo que él llama cápsula pétrea, manera en que denomina al carácter irrevocable del socialismo que establece la Constitución y se niega a decir como va a votar, argumentando que el voto es secreto y por lo tanto está ejerciendo un derecho. Es cierto que ese es su derecho pero, ¿Es esa la verdadera razón por la cual no se pronuncia? Decía el apóstol, «Todo debe sacrificarlo a su país un patriota sincero».
La utilización por Alzugaray de dicho derecho para no revelar la dirección de su voto es un acto de demagogia y como dijera Fidel, «La demagogia y la cobardia politica conducen a vacilaciones en muchos problemas cardinales».
Cuando leo sus opiniones me parece estar leyendo a un militante de cualquier partido, menos a uno del PCC. Debería llenarse de vergüenza y entregar su carnet porque en el Partido Comunista de Cuba no caben malabaristas políticos, ni ególatras de posiciones ambivalentes y poco claras, mucho menos los que le hacen el juego al enemigo.
También hace falta que diga con honestidad quien le financia sus viajes por el mundo, su asistencia a eventos en tierras foráneas, su mal decir en las redes, con quienes se reúne en el exterior, que le orientan. Es necesario que el Toque, los que en el publican, incluyendo por supuesto a los panelistas, también digan quienes les pagan y por cuales vías reciben el dinero.
A lo mejor un día ocurre un Toquegate, o una filtración al estilo WikiLeaks sobre los manantiales que hidratan las lenguas y mueven los dedos de los mencionados y comparsa. Quizas no este tan lejano ese momento porque entre cielo y tierra no hay nada oculto.
Excelente texto. Al pan pan, y al vino vino. Me sumo a tu criterio y a la crítica que haces.
Es una verdadera lástima que existan estas personas, si se les puede llamar así, personas que piensan con un billete en su frente, a los cuales esta Revolución les ha entregado su conocimiento y sabiduría, bueno, para que el mundo sea mundo, tiene que haber de todo, al parecer quienes participaron en este panel, no conocen lo que es ser Patriota, y por lo mucho que nuestra Revolución se empeñó en hacerlos mejores seres humanos, estos títeres no están concientes que por cada uno de los que digan no al voto, se levantarán miles de voces como la mía que digan YOVOTOSI.
Lamentable que la inmoralidad, la deshonestidad, el desagradecimiento, el individualismo, el carácter camaleónico, el oportunismo y… ¿por qué no?… la traición, sean actitudes de quienes quienes siempre andan retorciendo.
La Revolución cubana, esa obra «imperfecta» pero inmensamente humana, le ha dado a cada uno de sus hijas e hijos, todo ese amor que ha brotado de las mismas manos que la forjaron y hoy construyen con gran denuedo.
Como dijo nuestro apóstol: «hermana infame es la mentira de la culpa»… estos vendepatrias viven de la mentira porque están consciente de su culpa: la traición.