«Utilizaremos exhaustivamente Internet para la educación y la cultura». Fidel Castro Ruz
La Cuba de hoy no escapa a los tentáculos de las redes sociales. Este medio de comunicación, que llegó para quedarse, tiene muchas formas de uso. De las personas que la utilizan depende por cual vía conducirse.
En medio de la pandemia nuestro país, con las principales autoridades a la cabeza, ha estado constantemente buscando soluciones a tan difícil situación y priorizando en primer lugar salvar vidas humanas. Los protocolos para enfrentar la enfermedad han permitido, sin escatimar recursos, mantener el control de la enfermedad, solo perturbada por indisciplinas sociales y exceso de confianza por el éxito logrado en su control.
En los últimos días hemos sido testigos de ejemplos que muestran el uso mal intencionado de las redes. Una pequeña noticia la pueden convertir en todo un acontecimiento que recorre miles de móviles en muy pocos minutos. La maquinaria de reproducción de mentiras se engrasa y, en un breve período de tiempo, esa pequeñez se convierte en culebrón al mejor estilo de la prensa amarilla.
Solo que esas noticias no siempre se ajustan a la realidad ni al sentido común de quienes la generan. Su puesta en el éter solo busca confundir y desinformar a algunas personas que son proclives a los cantos de sirena.
Hemos sido testigos de actitudes que dejan mucho que desear por parte de artistas que gozan de popularidad porque han encontrado seguidores en un número nada despreciable de cubanos. En sus declaraciones han intentado desprestigiar el papel del estado y el gobierno cubano por su actuación en algunas circunstancias, acusaciones de discriminación racial, de maltrato médico en nuestras instituciones de salud pública y ocultamiento de una ayuda fantasma enviada desde territorio de los verdugos de los cubanos, esos mismos que de victimarios quieren convertirse ahora en victimas.
Las medidas que ha adoptado el país con el ánimo de enfrentar la Covid 19 también han sido blanco de las malas intenciones en las redes sociales. Ante la escases de productos en tan difícil momento, Cuba ha tenido que enfrentar actitudes negativas como el acaparamiento, los revendedores de todo tipo y antisociales en sentido general que perturban la tranquilidad ciudadana y hacen imposible una adquisición lo más equitativa posible. En las redes han acusado al país de violar los derechos ciudadanos cuando realmente los cubanos de bien pedían a gritos la toma de medidas más fuertes para terminar con estas acciones vandálicas.
Recientemente el gobierno ha anunciado que se crean las condiciones para lograr la tan anhelada y necesaria unificación monetaria. No se han hecho esperar los tergiversadores para mostrar su presencia en las redes con informaciones que tratan de desviar el verdadero sentido de las medidas. Fecha y tipo de cambio, aumento de precios de los productos y cuanto se les ocurra salen a relucir como si fueran noticias oficiales buscando confundir y crear malestar en la población. Todo esto con la hipotética idea de provocar manifestaciones populares en contra del gobierno que logren su ansiado, anhelado e imposible derrocamiento de la Revolución.
Ante estas y muchas otras falacias que aparecerán en las redes, Cuba seguirá su camino por la senda de su Revolución social, enarbolando la bandera del Socialismo que juramos defender por siempre.
Un comentario sobre “De cambio de moneda y otros fenómenos en las redes Sociales sobre mi Cuba”