De Ángeles y Demonios.

Por: Ileana González.

Ángeles de túnicas ensangrentadas, acosados por demonios enfurecidos e irracionales, esa es la imagen que se ha intentado vender de los participantes en el debate originado en las redes por la publicación en La Joven Cuba del artículo, “Los periodistas imprescindibles”.

Los Ángeles, jóvenes de lenguas molestas, revolucionarios con necesidades de expresión, incomprendidos, que propugnan cambios para salvar la patria, de carnes destrozadas por la intolerancia y prestigio enlodado por extremistas, indefensos ante la maquinaria estatal. Que claman por el apoyo de voces fragmentadoras de la jauría que los acosa.

Los Demonios, oficialistas de irracional conducta, extremistas enemigos del diálogo, intolerantes de ideas obsoletas, incapaces de impulsar cambios, burócratas anquilosados en el tiempo, temerosos de perder privilegios, estúpidos que no piensan en Cuba, aferrados a viejos dogmas, , destructores de la revolución, enmudecedores de voces, inquisidores de la nueva época. Con todos los recursos de la maquinaria estatal a su disposición.

La Realidad.  

Ni Ángeles ni Demonios, esas son solo las imágenes fabricadas para distorsionar la verdadera esencia de un debate en el que se confrontan las ideas revolucionarias, con otras que pretenden disfrazarse de ellas, pero que en realidad las niegan, en el que han opinado muchos, hasta un ventrílocuo a través de su muñequito e iluminados de eclosionadas frases, unos convencidos de sus verdades, otros creando escenarios virtuales con luces enceguecedoras hacia el público.

Lo paradójico de este debate es que los que lo iniciaron, los que no se cansan de repetir que es necesario el intercambio de ideas, la polémica política, que la libertad de expresarse no debe ser coartada, los que claman por ejercer la crítica sin tapujos, son los mismos que ahora piden que se piense en Cuba, tratan de descalificar a los que refutan sus planteamientos, y exigen que se deje opinar al público, entonces, ¿Con quién sugieren  que están debatiendo?, el mensaje es claro, el estado es su oponente.

Para muchos «Ángeles», pertenecer a una institución estatal es una deshonra, incluyendo una que ha salvado miles de vida, evitado actos terroristas y preservado al Líder histórico de la Revolución, que se puede esperar de los que despotrican a diario de cuanto organismo del estado se acuerdan, los que consideran que el derecho de criticar y emplazar solo puede ser ejercido por ellos, pero cuando se les señala, de manera embozada acusan al estado de perseguirlos, así fabrican su papel de víctimas.

No son conjeturas, ni tenebrosas sospechas, los calificativos y algunas frases que «angelicalmente» los «Ángeles” nos han dedicado así lo demuestran:  «esbirros, agentones de la Seguridad del Estado, judas», al que consideran el principal representante de su supuesto enemigo le han indilgado todo tipo de epítetos ofensivos, lo acusan  de tener fuentes de información privilegiadas, y lo califican de blog oficial del Tribunal de la Santa Inquisición Cubana.

Otras expresiones «angelicales de celestial sentido»: “estas operaciones de infiltrar posibles o reales enemigos en este país es cosa corriente que a nadie sorprende, solo habla de la aberración de los que ejercen el poder y de los aberrados que las ponen en práctica”, “Funcionarios que hacen cruzadas personales, usando posiciones de poder para dar cauce a sus fantasías o intereses”, “A menudo se disfrazan de ideología las miserias humanas pero la diferencia es que ellos están haciendo su trabajo y nosotros no”.

Pero existen otros elementos que refuerzan esta apreciación, ¿Cuándo estos blogs supercríticos con las instituciones estatales, se han criticado entre ellos?, nunca, hace poco se publicó, que no quieren ni aludirse, ¿por qué?, que respondan ellos.

He leído además en un blog de abiertas misivas, las vulgaridades más repugnantes, por cierto convertido en colaborador de Martí Noticias que tuvo a bien publicar su Esquela. Sin embargo, los “Demonios”, ni prosaicos, ni agresivos en el lenguaje, tampoco publicados en ningún medio enemigo de la patria.

Se nos acusa además de extremistas e intolerantes, pero esas posiciones se han manifestado entre los que nos adversan, no en nosotros, basta el ejemplo de un reconocido intelectual que fijó con honestidad su posición sin mezclarse directamente en el debate, publicaron de inmediato su artículo, en una plataforma le agregaron un fragmento de una de sus obras matizando su introducción con un criterio innecesario, muchos  comentarios en esos lugares lo atacaron e intentaron descalificarlo, no dijo lo que ellos querían. En contraposición, los «Demonios», publicamos su post con respeto, ninguno lo atacó o desmeritó, tenemos ética, por demás hubiese sido injusto, la enorme fuerza de la revolución se basa en la justeza de las ideas que defendemos y en el apoyo mayoritario del pueblo a ellas, no en el secuestro de opiniones, ni en la imposición de posiciones.

El debate es sobre principios, no sobre opiniones, pues cuando se dice que el Che ha estado censurado  en Cuba, o  se le da voz a un terrorista para que ataque a Fidel, se cantinflea sobre la unidad que es uno de los pilares de la revolución,  se plantea que es necesario separar la prensa del PCC, se pinta todo negro y se da por perdida la Revolución esos no son criterios o acciones de genuinos revolucionarios, existe  un alejamiento de los principios que nos han traído hasta aquí. ¿Quiénes son los verdaderos judas?

Según el versículo más repetido por los “Ángeles» de su Nuevo Testamento, la única crítica “sana” es la que ellos practican, el resto divide, favorece al enemigo y dificulta el desarrollo de la revolución, creen mirar por una ventana y están ante un espejo.

 

3 comentarios sobre “De Ángeles y Demonios.

  1. Poco a poco esos «ángeles», aparentemente erguidos con banderas celestiales, fueron trastocando su papel con natural simbiosis y, disimuladamente, como kafkiana metamorfosis, cruzaron del rocoso compromiso hacia el paradisíaco valle del comprometimiento.

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