Cuba: Reclamos de publicidad y publicación de trayectorias ¿Para qué?

Por: Marco Velázquez Cristo

Fue orgullo lo que transformó ángeles en demonios; es humildad lo que convierte hombres en ángeles.

San Agustín

Los reclamos de publicación en medios digitales e impresos del estado, así como la divulgación de las trayectorias de algunos de los participantes en la actual contienda mediática, son elementos que marcan el comportamiento de los que practican el zigzag político. Múltiples pueden ser las interpretaciones de este proceder, entre ellas que se intenta aprovechar este debate para hacer campañas políticas solapadas en favor de determinados foristas.

Un admirador de Humberto Pérez se duele de lo poco que CubaDebate ha publicado al mismo y para argumentar su inconformidad pone la trayectoria del compañero y sus títulos, algo semejante, pero para remarcar lo imposible de un cambio en el pensamiento político de Silvio Rodríguez hizo un seguidor suyo, ya hablamos de esto, otros con mayores méritos han tenido que ser sancionados penalmente, o sustituidos de sus cargos. Entonces, ¿para qué hablar de méritos?

Vuelvo a citar al escritor francés y premio nobel de literatura en 1915 Romain Rolland, quien sabiamente expresó, “Cuando se discute no existe superior, ni inferior, ni títulos, ni edad, ni nombre: sólo cuenta la verdad; delante de ella todo el mundo es igual”.

Fidel, al que tanto citan y parecen no conocer es un paradigma de humildad, que hizo suya la máxima martiana de que, “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, la que llevó a la practica con insuperable altruismo.

Del desinterés del líder histórico de la revolución cubana por los honores y el reconocimiento de los méritos podrían citarse innumerables ejemplos, escojo dos:

El 20 de abril del 2011, el diario Granma publicaba el artículo, “El voto de humildad”, en el que expresaba refiriéndose al Comandante en Jefe, “Ni siquiera esperaba ser delegado al Sexto Congreso del Partido que acaba de culminar. Incrédulo de merecer honores, considera el hecho una distinción que le hicieron los comunistas santiagueros”.

El propio Fidel en su reflexión, “LO QUE ESCRIBÍ EL MARTES 19”, , publicada el 21 de febrero del 2008, nos legaba otra lección  de humildad al escribir, “He rogado encarecidamente que mis reflexiones sean publicadas en la página 2 o cualquier otra de nuestros periódicos, nunca en primera plana, y hacer síntesis sencillas en los demás medios si son extensas”.

¡Que enseñanzas! Aurelio Alonso y Humberto Pérez que reclamaron una mejor ubicación para los comentarios de Fidel Vasco sobre artículos de Ubieta y Elier, en el periódico Granma, ellos y todos los que exigen ser publicados en ese medio y se declaran revolucionarios, deberían aprender de Fidel, él que tantos decoros atesora, infinitamente superiores a los de cualquiera de los reclamantes, con todo el derecho de publicar en un periódico de la Revolución, no exigía, rogaba, no pretendía la primera página, ni siquiera la segunda, ante tanta grandeza. ¿No se avergüenzan de sus conductas?

Existen otros ejemplos de verdadera humildad. El 25 de septiembre la periodista Madeleine Sautié publicaba en el periódico Granma el artículo “La talla de la humildad”, en el que  resaltaba esta virtud de la eminente pedagoga cubana Lidia Turner, quien había llamado a la redacción identificándose sencillamente como una lectora que deseaba comentar una crónica que se había publicado en ocasión del primer día de clases.

Comentaba además la periodista su encuentro con un anciano de 80 años de nombre Eliseo que se le presentó como un barrendero que trabajaba en su barriada de San Agustín “para sentirse útil y pensar que servía para algo”, sin decirle que era Licenciado en Historia y había sido compañero de estudio de la doctora María Dolores Ortiz, al lanzamiento de un libro de la cual acudía en transporte público. Ella recordaba la frase del poeta y filósofo bengalí Rabindranath Tagore, “Cuando somos grandes en humildad estamos más cerca de lo grande”.

Por otra parte, en cuanto a los reclamos al Granma, recordemos lo expresado por Fidel en su discurso en el acto de presentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, efectuado en el entonces teatro «Chaplin», el 3 de octubre de 1965,  en el cual anunció la creación de este periódico, en esa ocasión planteó, “…hacer un nuevo periódico que llevará el nombre de «Granma, símbolo de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino…”, por eso en él, a mi modesto entender,  no deben publicarse artículos que no estén claramente identificados con las  concepciones revolucionarias. El Granma es el buque insignia del periodismo revolucionario cubano, hay que cuidarlo.

Para mí, no son las trayectorias ni los méritos acumulados en ellas los que definen a las personas, sino la invariabilidad de principios, la correspondencia entre el decir y el hacer, sus virtudes y valores, es la coherencia en todo su andar por la vida en defensa de nuestra obra en cualquier escenario. Es no vivir de lo hecho, sino vivir para hacer siempre por el bien de Cuba, sin dobleces.

Los verdaderos revolucionarios no exigen prebendas por sus méritos sino un lugar en la lucha, su mayor orgullo no debe ser ver sus nombres en los periódicos, sino la satisfacción del deber cumplido, no se quedan en las citas de las frases de Fidel o en las anécdotas de sus hazañas, lo llevan en el corazón para traducirlo en acciones cotidianas acordes a los valores que nos legó.

Por eso, a los que también exigen que se les reconozca su condición de revolucionarios les pregunto sobre publicar sus trayectorias o dejar que las publiquen: ¿Para qué? Reclamarle al Granma: ¿Por qué?

La autosuficiencia es incompatible con el diálogo. Los hombres que carecen de humildad, o aquellos que la pierden, no pueden aproximarse al pueblo.

Paulo Freire

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