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Por: Marco Velázquez Cristo.
Mientras veía y oía el análisis que hacia un especialista en Telesur sobre la influencia de los medios en los resultados de la elección presidencial en Brasil; su explicación de cómo demonizaron al Partido de los Trabajadores y desacreditaron a sus dirigentes, confundiendo y dividiendo a las fuerzas de izquierda; pensaba en las pretensiones de los “nuevos revolucionarios” de lograr que, en nombre de la “democracia” se les abran espacios en la TV y la prensa escrita estatal. Viejo reclamo que ahora ansían revigorizar, so pretexto de participar públicamente en el debate sobre el Proyecto de Constitución.
No es difícil adivinar lo que harían si ingenuamente el Estado accediera a sus reclamos; con lo que escriben en los medios digitales basta para conocer hacia donde apuntarían sus mensajes nocivos.
En este caso concreto la suplicante es Alina B. López Hernández. Veamos algunas de las “sabias opiniones” que trasmitiría:
“…Las adiciones, modificaciones y eliminaciones presentes en el Proyecto Constitucional actual son inconstitucionales, pues revocan aspectos económicos, políticos y sociales del sistema socialista que se declara irrevocable en la actual Constitución”.
“…el carácter irrevocable del socialismo es un obstáculo para el desarrollo…”
“…si para el 2030 Cuba pudiera aspirar a llegar al comunismo, no podría hacerse pues la cláusula de intangibilidad no lo permitiría…”
Toda esta bosta dicha a conciencia para desacreditar el Proyecto de Constitución y al socialismo que deseamos construir son las “sanas” ideas con las cuales seguramente piensa “contribuir” a perfeccionar el mencionado Proyecto.
López Hernández mientras sueña con una sociedad diferente a la nuestra, acusa a los medios estatales de mostrar algo que ella define como un mundo paralelo, quizás con la intensión de forzar se le propicien espacios donde poder intentar transformar la sociedad virtual donde vive en una realidad. Pobre descolocada.
Dejo que Fidel le explique algo a esta docta “intelectual”: “…nuestros órganos de prensa no están en manos de los enemigos de la Revolución, ni en manos de agentes de Estados Unidos. Están en manos de revolucionarios. Nuestra prensa es revolucionaria…”
“Si se llama libertad de prensa al derecho de la contrarrevolución y de los enemigos de Cuba a hablar y a escribir libremente contra el socialismo y contra la Revolución, calumniar, mentir y crear reflejos condicionados, yo le diría que no estamos a favor de esa “libertad”.
“Mientras Cuba sea un país bloqueado por el imperio, (…) un país amenazado, (…) nosotros no podemos dar esa “libertad” a los aliados de nuestros enemigos”.
(Libro Cien Horas con Fidel).
Usted Alina, ni los que como usted piensan son revolucionarios, más bien son como dijera Fidel, aliados de nuestros enemigos; por eso nunca podrán exponer sus extraviadas ideas en nuestros medios de difusión masiva. Confórmese con seguir junto a sus correligionarios cascabeleando en la internet, en los sitios que mencionó y que comparten sus posiciones.
En cuanto al cuestionamiento que hizo a la preparación de los intelectuales que participan en los programas televisivos en los que se aborda el tema del Proyecto de Constitución, solo puedo decirle que leyendo las necedades que usted expone en sus artículos, si yo fuera ellos ni les respondería porque más bien parecen dichas por una neófita en Derecho Constitucional, a la cual no vale la pena prestar atención.
Los contrarrevolucionarios, (…), los enemigos de la Revolución, no tienen ningún derecho contra la Revolución, porque la Revolución tiene un derecho: el derecho de existir.
Fidel (Palabras a los intelectuales)
Nota: Todos los dislates que arriba expuse como ejemplos de las ideas que conforman el pensamiento de esta seudointelectual fueron respondidos y esclarecidos en nuestro artículo, «Decepcionantes yerros de una «intelectual»