Por: Marco Velázquez Cristo.
La línea editorial de La Joven Cuba cada día va dejando más al descubierto quienes son y a quienes responden los que en ella escriben. La hoja de parra con la cual pretenden esconder su verdadera posición política se marchita y encoge a ojos vista.
Ya en un artículo anterior describimos el proceso involutivo de esta plataforma “independiente” el cual planteamos se asemeja al que sufre una joven que inicia su vida social honesta y recatada, pero termina siendo una meretriz; en este caso mediática, de la que abusan inescrupulosos personajes para obtener dinero.
Entre sus novedades más “curiosas” se encuentra la traducción y publicación en inglés de determinados artículos que manipulan y mienten sobre temas de la realidad y la historia de Cuba. ¿A qué obedece esta tendencia? Es el reflejo del acatamiento de las instrucciones que desde su “retiro espiritual” en el norte trasmite a nombre de sus tutores el que sigue siendo su administrador principal.
¿Cuál es el objetivo? ¿Informar al pueblo cubano?, no puede ser, en todo el país se habla español. La intención no puede ser otra que contribuir al descrédito internacional de la Revolución, así como a la descalificación del gobierno de la isla mediante la construcción de una imagen distorsionada de la situación actual del país y del cuestionamiento de la manera en que se han abordado desde el punto de vista histórico hechos y etapas anteriores a su triunfo. Para ello acuden sin recato a fuentes carentes de credibilidad y prestigio, lo que evidencia que escriben por encargo y no por el sano deseo de informar.
El contenido nocivo de sus artículos, unido a la inclusión de publicidad (que les pagan por ponerla) en inglés, así como a algún que otro cartelito y a los post de marras en igual idioma son un conjunto de características que los hacen parecerse a una de las plataforma estadunidense de las que el gobierno de ese país dedica a la guerra mediática contra Cuba.
Un ejemplo muy reciente: SNet, en un largo e incoherente artículo, trasladan la incertidumbre respecto a la posibilidad de que miles de usuarios de dicha red queden desconectados, dan al Estado como vencedor introduciendo la idea que los jóvenes fueron forzados a aceptar las condiciones del MINCOM, plantean su opinión de que las resoluciones de dicho organismo no deberían ser aplicadas, hablan de represión y muestran su inconformidad porque medios como El Toque, El Estornudo, 14 y Medio, ADN Cuba, etc, no se les permitiera reportar los hechos. Es bueno aclarar que, no hubo represión ni ocurrió nada de interés el sábado a que aluden. Pienso no hace falta especificar las características de esos medios cuyo “derecho” a desinformar defienden.
Todos esos mensajes son semejantes a los difundidos por los sitios de la escudería mediática de la contrarrevolución. Saque usted sus propias conclusiones.
Existe otro elemento interesante que no puede ser soslayado, según especifican en su página de Facebook profesan la Ideología política Libertario(a). Veamos algunos rasgos del libertarismo:
El pensamiento libertario se fundamenta en ideas del liberalismo clásico y del anarquismo filosófico. Defienden la distribución de los recursos económicos a través de la economía de mercado. El libertarismo supone la propiedad y el mercado como las bases más sólidas para garantizar la libertad individual. Los libertarios consideran al Estado perjudicial para la sociedad identificándolo sin distinciones con la burocracia y el poder político. Abogan por la desregulación del comercio interno y externo, así como por la privatización.
Después de todo esto la pregunta, ¿Revolucionarios, socialistas? No, hombre, no: sueñan con el capitalismo y son liberales por convicción y conveniencia.
A LJC se le murió la decencia y la dignidad, quedó huérfana de honestidad y patriotismo, y hoy viuda y abandonada mendiga las limosnas que le ofrecen desde el norte.