Por: Marco Velázquez Cristo.
A Cuba la excluyen de la lista de países con mejores resultados en el enfrentamiento a la Covid-19, no por olvido o desconocimiento de sus logros en el combate a esa enfermedad, es el intento de ocultar una verdad que contribuye a desmontar la imagen que han tratado de construir de un modelo económico político social débil, camino a la desaparición y en conclusión fallido.
Además al compararse el escenario que se ha conformado en nuestro país a partir de la incidencia de esa enfermedad con los surgidos en otros países donde imperan sistemas capitalistas, se desvela algo sobre lo que han insistido muchos autores, la supremacía del socialismo sobre ese sistema. De eso se ha escrito bastante.
Los resultados positivos y alentadores que exhibe Cuba en el enfrentamiento a la epidemia son obtenidos bajo un férreo bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por la mayor potencia económica y militar que ha conocido la historia de la humanidad, quien por demás dista de acercarse a los niveles de efectividad y eficacia alcanzados por nuestro país en esa batalla, cuestiones que resultan muy frustrantes y embarazosas para su falaz enemigo que, se siente impotente de explicar esa realidad y tornarla a su favor.
Por eso los triunfos de Cuba en cualquier esfera o ámbito tratan de ser invisibilizados. Ese ejemplo de dignidad, resistencia y victoria es a lo que más teme el imperio.
Tal es el éxito cubano en la lucha contra el SARS-CoV-2 que al decir de un amigo los ha dejado sin noticias que les permitan atacarnos y sin cosas que criticar, y es real esa apreciación.
Los de afuera pendientes de cualquier palabra o manifestación de un dirigente, científico, periodista, etc., que les pueda servir para tratar de desacreditar, ridiculizar o demeritar lo que tanto les molesta, la victoria que estamos construyendo a costa de sacrificios, entrega, unidad, inteligencia y perseverancia.
Los del patio criticones de oficio reproducen el mismo comportamiento, se centran en buscar banalidades que puedan servirles de argumento para atacar a las instituciones y prensa nacional, así como para tratar de reposicionar sus propuestas que sin excepciones resultan inaceptables por su esencia antisocialista. Son videntes que aparentan ser ciegos.
Tan faltos de temas están que ahora escudriñan los textos que publican los órganos de prensa del Estado en busca de cualquier elemento que les permita criticar o señalar algo. Por eso arriba mencioné que, muchos autores… y precisé que un amigo me había dicho…. para evitar que me culpen de plagio, aunque olvidé decir que algunas ideas que aquí expongo ya las dije en otro momento y eso me puede hacer sujeto de una acusación de autoplagiarme.
No estoy exagerando están haciendo cosas parecidas que los llevan a hacer el ridículo, porque terminan criticando o señalando supuestos errores que no son tales.
Son las urgencias de personas que sin reparar en fuentes iniciales y sin detenerse a profundizar en el análisis de lo que van a censurar emiten criterios y denuestan de lo que les resulta molesto o no concuerda con sus maneras de pensar. De esa forma cada cierto tiempo ensayan uno de esos saltos al vacío.
Pero estos personajes son un mal endémico que hay que mantener a raya, como tendremos que hacerle a la Covid-19 que según los especialistas se tornará endémica.
En cuanto a la pretensión de ocultar la verdad sobre Cuba cabe decir que, Cuba es un Sol y no se puede tapar el Sol con mentiras.
Parafraseando la letra de la canción de Amaury Pérez, “No lo van a impedir”:
No lo van a impedir los enemigos, ni inquisidores, ni aguafiestas, ni los eternos sembradores de veneno, a pesar de todos ellos, VENCEREMOS.
Compañeros, un salido revolucionario. En esta hora clave de la humanidad sitios como PostCuba son importantes para la lucha ideológica, esencialmente en la emancipación de nuestros pueblos. Como militante del Partido, he visto la buena labor que hacen. Pero me decepciona conocer que en el colectivo de PostCuba se tolera a un compañero que no cumple los requisitos para formarte del MININT. Me refiero al marido de la guantanamera, para no llamarlo por su nombre. Media Habana le ha visto el culo a su mujer. Y la otra mitad está haciendo fila para metersela. Indigno.