Por: Marco Velázquez Cristo.
El debate sobre el Proyecto de Constitución es un ejercicio genuinamente democrático en el que todos tenemos el derecho de expresar nuestras opiniones, haciendo uso de ese derecho paso a discrepar sobre dos planteamientos que se refieren al papel del Partido y a su nombre.
Considerar que por ser el Partido Comunista de Cuba (PCC) la fuerza dirigente superior de la sociedad se encuentra por encima de la Constitución y usurpa la soberanía del pueblo, así como cuestionar que se continúe definiendo como tal, cuando dentro del Proyecto de Constitución se sitúa como meta la construcción del socialismo no la del comunismo, son dos planteamientos que en mi opinión desconocen factores jurídicos, históricos y conceptuales que los sitúan en el campo de lo erróneo.
El PCC es una organización política, a la que en el artículo # 5 del Proyecto de Constitución que se está proponiendo se le ratifica como la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado. Resulta necesario recordar que en la Constitución que fue aprobada en referendo popular el 15 de febrero de 1976, este papel del Partido en la sociedad cubana quedó definido. Por lo tanto, ni es impuesto, ni inconstitucional, menos una decisión tomada a espaldas del soberano. Está integrado por la vanguardia del pueblo, eso lo convierte en un partido del pueblo que trabaja para este, de esa conjunción de elementos emana su autoridad.
Los principales acuerdos y documentos con impacto en la vida socio económica y política del país de sus Congresos han sido sometidos a consulta popular.
Fidel en la clausura del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba en la Plaza de la Revolución, el 22 de diciembre de 1975, expresó, “El pueblo participó en la elaboración de esas tesis y en la elaboración de la política de los años futuros. ¡Y por eso sabe que las tesis y los acuerdos del Congreso son sus tesis y son sus acuerdos!”.
A igual proceso fueron sometidos los Documentos del 7mo. Congreso del Partido aprobados por el III Pleno del Comité Central del PCC, el 18 de mayo del 2017, los cuales fueron respaldados por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 1ro. de junio del 2017.
Estos fueron: La Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030: Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2016-2021.
No creo sea necesario explicar más.
Por otra parte, el nombre de Partido Comunista de Cuba, no puede condicionarse a lo que objetivamente podemos proponernos alcanzar que es la construcción del socialismo.
Fidel al explicar el nombre: “…es necesario que el nombre de nuestro Partido diga no lo que fuimos ayer, sino lo que somos hoy y lo que seremos mañana (…) ese es el nombre que, interpretando el desarrollo de nuestro Partido, de la conciencia revolucionaria de sus miembros y de los objetivos de nuestra Revolución, adoptó (…) nuestro primer Comité Central”.
Estas palabras las pronunció el Jefe de la Revolución el 3 de octubre de 1965 en la presentación de ese primer Comité Central del Partido, el escenario mundial ha cambiado mucho desde entonces, pero ni uno solo de los argumentos que utilizó han variado o perdido su validez. Los objetivos de la Revolución siguen siendo los mismos, alcanzar un futuro de prosperidad y bienestar para todos mediante el desarrollo de un sistema político económico social basado en las ideas del socialismo, que garantice la independencia y la soberanía de la patria.
Entonces, ¿por qué cambiar el nombre del partido?, ¿acaso las ideas que han constituido y constituyen su base y guía teórica, en las cuales juegan un rol fundamental las surgidas del pensamiento de Fidel, nutridas del marxismo-leninismo, con una ética profundamente martiana por haber cambiado el mundo se han vuelto obsoletas?, NO, el mayor argumento sin palabrerías inútiles, nos han traído hasta aquí y nos continúan trazando el camino hacia delante.
“…yo tenía una brújula: fue lo que encontré en Marx y en Lenin. Y la ética que encontré en Martí”.
Fidel (Libro Cien Horas con Fidel)
Quizás en un futuro que hoy no es posible avizorar la humanidad supere sus propias miserias, deje a un lado la ambición, el individualismo, la xenofobia, crezcan los sentimientos de solidaridad y de hermandad entre los pueblos, desaparezcan las guerras, y en un haz de pueblos tire hacia un futuro de paz y prosperidad, entonces ese día se podrá hablar con objetividad de construir todos unidos una sociedad comunista.
De darse ese hipotético escenario estoy seguro que a él llegaran orgullosos los cubanos de ese entonces de haber llamado por siempre a nuestro Partido, Partido Comunista de Cuba, como prueba de que nunca renunciamos a los ideales de justicia, prosperidad y paz para todos que siempre hemos tenido, de que jamás cambiamos la esencia humanista y solidaria de nuestra revolución socialista, porque de eso se trata.
Los sueños de hoy, serán las realidades de mañana.
Fidel.