Por: Marco Velázquez Cristo.
En la blogosfera cubana existen personas que han hecho del hipercriticismo un medio de vida, el cual lógicamente nada aporta a la batalla por alcanzar el socialismo próspero y sostenible al que deseamos llegar.
A estos paradigmáticos exponentes de la metatranca verdaderos Melchoras nada que provenga del Estado les parece acertado. Intentan convertir en sinónimos de señalar errores y opinar, los ataques contra la Revolución disfrazados de críticas y la repetición de un guion estructurado para tratar de denostarla.
Luego entonces, ¿Se pueden considerar beneficiosas para el país las “criticas” y “propuestas” de los metatrancosos?, ¿son acertadas?
Categóricamente No. Me apoyo en la realidad no hacen falta elementos teóricos para refutarlos, solo estas interrogantes que reflejan la verdad y demuestran que, los descaminados son los que acusan al Estado de estarlo. Los milagros no existen.
¿Por qué la mayor potencia económica y militar del mundo no ha podido someternos a sus designios?, ¿Por qué no hemos desaparecido como nación destruidos por el criminal bloqueo económico, comercial y financiero que esta nos aplica?, ¿Por qué a pesar de ese bloqueo y de un entorno internacional donde el comportamiento de los mercados no siempre nos favorece, el gobierno cubano puede aplicar medidas en beneficio del pueblo? ¿Por qué el pueblo cubano no se lanza a las calles a protestar para sacar a la nación de ese imaginario escenario que describen como apocalíptico?
Sus falacias se estrellan contra la irrebatible realidad. El escenario no augura una catástrofe y el pueblo al que pretenden usurparle la voz, ha demostrado fehacientemente a través de toda su historia que no es una masa de sumisos y cobardes, ejemplos de su valentía y rebeldía ante las injusticias sobran. Hoy unido y culto enfrenta y vence las apetencias imperiales. Discierne con acierto el origen de los problemas que lo afectan y comprende que el obstáculo mayor que se interpone en su camino hacia el bienestar y la prosperidad es el bloqueo yanqui. Se sabe en el poder y por eso no comete el suicidio de atacarse a sí mismo.
Pueden acusarme de oficialista, honor que me hacen, defiendo y apoyo a nuestro gobierno; deshonroso es ser oficialista de un gobierno extranjero, apoyarlo en la difusión de sus mentiras contra la tierra que los vio nacer y en sus pretensiones de destruir una obra humanista y de justicia social como la de la Revolución cubana, porque eso es lo que hacen los “doctos académicos” a los que me he estado refiriendo.